Los receptores sensoriales son los encargados de captar
los estímulos externos e internos. Gracias a los nervios, la información
recibida es enviada al Sistema Nervioso Central, el cual elabora una respuesta
que es llevada a cabo por los efectores, esto es, músculos y glándulas
endocrinas y exocrinas.
Hasta el momento sabemos que poseemos cinco sentidos: el
olfato, la vistael gusto, el oído o audición y el tacto.
OIDO “también interviene en el equilibrio”.
En los animales superiores el oído es el órgano sensorial
de la audición, también acoge otro sentido, el del equilibrio, que se encuentra
en los canales semicirculares del oído interno. Es par y se halla situado a uno
y a otro lado de la cabeza, dentro de los huesos temporales. Para describirlo
se considera que tiene tres porciones.
Oído externo.
Oído medio.
Oído interno.
Hay receptores mecánicos especializados que nos permiten
mantener el equilibrio y poder oír, Ambos tipos están ubicados en el oído.
Oído externo:
Comprende el pabellón auricular o auditivo “la oreja,
lóbulo externo del oído” y el conducto auditivo externo que mide 3 cm de longitud.
El pabellón consiste en una lámina replegada cartilaginosa, cuya función es
canalizar y dirigir las ondas sonoras hacia el oído medio. Este conducto acoge
las glándulas sebáceas y ceruminosas segregadoras del cerumen.
Oído medio:
Es un conducto estrecho, o fisura, que se extiende unos
quince milímetros en un recorrido vertical y otros quince en un recorrido
horizontal, se comunica con el oído interno. Esta en comunicación directa con
la nariz y la garganta a través de la trompa de Eustaquio, que permite la
entrada y la salida de aire del oído medio para equilibrar las diferencias de
presión entre este y el exterior.
Hay una cadena formada
por cuatro huesos pequeños y móviles (huesecillos) que atraviesa el oído medio.
Estos cuatro huesos reciben el nombre de martillo, yunque, lenticular y
estribo. Su función es transmitir las ondas sonoras. Los cuatro conectan
acústicamente el tímpano con el oído interno.
Oído interno:
El oído interno o laberinto se encuentra en el interior
del hueso temporal que contiene los órganos auditivos y del equilibrio, que
están inervados por los filamentos del nervio auditivo. Está lleno de líquido y
tiene tres cavidades: el vestíbulo, dividido en dos partes, utrículo y sáculo;
los tres canales semicirculares, órgano del sentido del equilibrio, están
llenos de endolinfa; y el caracol o cóclea, largo tubo arrollado en espiral
donde se encuentran las células receptoras de los sonidos, provistas de cilios,
cada una de las cuales está adaptada para la recepción de sonidos de un tono
determinado.
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